Supongo que todos o la gran mayoría debéis conocer el all i pebre, receta típica de la cocina valenciana, concretamente de L'Albufera, pero extendida ya por muchos otros lugares. Para todos aquellos que no la conozcan os diré que es una receta de las que gusta chuparse los dedos, así literalmente como suena, ya que no podréis resistir la tentación de mojar el pan en esa estupenda y rica salsita. Y ya se sabe...detrás del pan vienen los dedos; porque está claro que esta salsa no se puede mojar con tenedor ¡no señores! hay que utilizar las manos.
Pues bien, hoy os traigo la misma receta pero variando el ingrediente principal, que van a ser unas manitas de cerdo. Para todos aquellos a los que os gusten las manitas, os diré que vais a disfrutar de lo lindo con este plato. ¡Y aquí si que da gusto, no solo utilizar los dedos, si no también las manos!
Aunque por cortesía, siempre es conveniente poner cubierto al lado. Ja jaja.
También deciros que no es que siga celebrando la Navidad ¡no! lo que ocurre, es que la preparé en navidades pero mi animo para redactar la receta no estaba del todo por la labor, incluso, aun me queda alguna más, así, que no os extrañeis si veis algún complemento navideño.
Ingredientes
5 o 6 Manitas de cerdo, partidas en 2 ó 4 trozos.
6 ó 8 Dientes de ajo, con piel y simplemente machacados de un golpe.
1 Cucharada sopera colmadita de pimentón dulce
1 o 2 Guindillas (o la cantidad que deseéis dependiendo de lo picante que os agrade)
Sal
6 ó 8 Granos de pimienta negra o molida al gusto.
1 Puñadito de almendras fritas
2 Rebanaditas de pan
1 ó 2 Cucharadas soperas de tómate frito (o bien 1 tomate rallado)
Perejil
1 ó 2 Hojas de laurel
1 Vaso (de los de agua) de aceite de oliva virgen extra
Caldo de cocer las manitas
1 Vasito de vino blanco o un buen chorro de coñac
Elaboración.
Poner el aceite en una sartén a calentar y freír las almendras, retirarlas y reservarlas.
Seguir con las rebanadas de pan, retirarlas, reservarlas y añadir los ajos, freírlos con cuidado de que no se quemen, de lo contrario amargarían. Retirar dos de ellos sin pieles y reservarlos con el pan y las almendras.
Hacer una picada (mejor si es en un mortero) con las almendras, el pan, el perejil, los dos ajos que habíais reservado y las dos cucharadas de tomate frito (en caso de utilizar el tomate rallado, sofreírlo antes de añadir el pimentón al aceite).
Separar un poco la sartén del fuego, para permitir que baje un poco la temperatura del aceite (si veis que os ha quedado con exceso de aceite, éste es el momento de retirar un poco), y agregar el pimentón, las guindillas y los granos de pimienta. Remover bien procurando que el pimentón no se queme.
Agregar a la sartén la picada, rehogarla un poquito y añadir el vino o el coñac según vuestro gusto (yo he puesto un chorro de coñac, que me gusta más para las manitas, si hubiese sido con el típico allipebre de anguilas, hubiera puesto el vino blanco) y las hojitas de laurel.
Una vez consumido el alcohol, agregar un poco de caldo de cocer las manitas, dejarlo cocer dos o tres minutos y añadirle las manitas. Seguir cociendo todo unos diez o quince minutos, removiendo de vez en cuando y procurando que no se agarre. La cantidad de caldo ya depende de si decidís tomarlas solas (en este caso, debe quedar una salsita más bien espesa), o bien acompañarlas con unas patatitas (si es así el caldo no debe cubrir las patatas).